Anoche en Moreno los argentinos vimos no sólo la cobardía de un presidente, sino también su cara de piedra. Porque hay que ser muy, pero muy caradura para decir que las coimas con los remedios de los discapacitados son operetas de la oposición contra su hermana. ¿Se acuerdan de aquel boxeador, creo que era panameño, que le decían “mano de piedra Durán”? Bueno, a este presidente deberíamos bautizarlo como cara de piedra Milei, porque el que dijo que la hermana del presidente era coimera y que relató toda la tramoya de cómo era con los laboratorios, con las droguerías y demás, no fue ningún opositor. El que dijo todo eso y todos los argentinos escuchamos, es la misma persona con la que Milei escuchaba ópera todos los domingos en Olivos. Era su abogado personal y además a quien nombró como titular de la Agencia Nacional de Discapacidad. Por eso lo dicho por el presidente no solamente resulta increíble, porque no se puede ser tan mentiroso, sino que además es inútil, porque es querer tapar el sol con la mano.
Finalmente, y en cuanto a eso que dijo que lo quisieron matar, presidente Milei, solo le digo que se vuelve de cualquier lugar menos del ridículo y se lo dice alguien a quien sí quisieron matar y que gracias a la mano de Dios y a la intervención de algunos compañeros no lo pudieron lograr. Y fíjese una cosa, que sin embargo nunca hago mención de ello en mis intervenciones públicas ni tampoco en las privadas. ¿Y sabe por qué? Porque es una experiencia muy traumática y se ve que el inconsciente de algún modo trata de tapar u olvidar aquello que nos puede dañar emocionalmente.