El peronismo kirchnerista renovador sigue en estado de shock y la grieta interna, lejos de achicarse, se engrandó. Quizás por este motivo es que Axel Kicillof retomará mañana las actividades de gobierno que suelen llevarlo a cien kilómetros de La Plata, como mínimo.
Días atrás, un intendente del conurbano norte había considerado que, si bien Ella era un problema para la unidad, su salida por causa judicial y su imposibilidad de presentarse electoralmente le generará un hueco imposible de llenar a lo que era Unión por la Patria. Él lo había comparado con un barco que se averió por la popa que, tarde o temprano, se terminaba hundiendo todo.